Quería participar en un cuento de reinas, pero se equivoco de historia. Ingrid Marie Rivera, Miss Puerto Rico Universe 2008, jamás imagino que sonreír le costaría tanto esfuerzo en un concurso de belleza.
“Ese llanto fue genuino”
Mariela Fullana Acosta / Primera Hora
Quería participar en un cuento de reinas, pero se equivocó de historia. Ingrid Marie Rivera, Miss Puerto Rico Universe 2008, jamás imaginó que sonreír le costaría tanto esfuerzo en un concurso de belleza. En el escenario levantaba los labios y dejaba ver sus dientes, en una aparente expresión de felicidad y alegría, pero una vez cruzaba las cortinas escarlatas del Centro de Bellas Artes de San Juan, se convertía en la protagonista de un aparente relato de terror.
En esta otra historia hubo amenazas de bomba, desapariciones y gas pimienta por doquier.
Todo comenzó desde que esta joven de 24 años anunció su participación en este certamen comandado por Magali Febles. Su experiencia previa como Miss Global Queen 2003 y Miss Mundo de Puerto Rico 2005, al parecer, no era una buena carta de presentación.
“Pude compartir con todas las concursantes desde que se hizo la primera reunión. Sabía que iba a ser difícil, pero yo abrí mi corazón a ellas”, comentó la soberana en conferencia de prensa efectuada ayer, domingo, en un hotel en Condado.
El día de la competencia preliminar llegó. Ingrid sabía que era importante lucir bien. Era la prueba de fuego. Minutos antes de salir al escenario, comenzó a retocar su maquillaje e inmediatamente empezó a sentir picor en su cuerpo y en su rostro, según Magali Febles.
“Ese día me llaman y me dicen que pasó una situación con Miss Dorado, que tenía toda la cara llena de ronchas. Voy a verla y tenía el rostro hinchado. Le pregunté qué quería hacer y me dijo que quería seguir. Se maquilló y siguió”, contó la estilista dominicana.
Esa reacción se debió, aparentemente, a que le echaron gas pimienta en su maquillaje, sostuvo Magali Febles.
“Esa persona ya más o menos la tenemos identificada. Tiene que ver con una persona que acompañaba a otra concursante”, dijo la tenedora de la franquicia.
Mientras Magali Febles iba narrando los “tropiezos” que enfrentó la recién coronada, ésta sólo miraba a sus padres con los ojos aguados. Elba Santos y John Rivera también estaban emocionados.
La historia no termina aquí. La noche del pasado sábado, horas antes de iniciar el certamen, se recibió una llamada al cuartel de la Policía en Santurce, de un hombre alertando sobre una bomba en el Centro de Bellas Artes de San Juan, donde se celebró el concurso.
La Policía llegó, revisó el lugar y corroboró que no había peligro. Luego de iniciar la competencia, justo en la parte del desfile en traje de baño, Ingrid entró nuevamente al camerino y se topó con que su bulto, donde estaban sus pertenencias, incluidos zapatos y el traje de gala, había desaparecido.
Luego de un correcorre, el bulto apareció. Pero todavía falta. Antes de ponerse el vestido de gala para salir a desfilar, el gas pimienta volvió a afectar a Ingrid. Esta vez estaba rociado, aparentemente, en su vestido. Esta situación hizo que volvieran a salirle ampollas en el cuerpo.
“Yo creo que mis lágrimas marcaron la emoción que yo sentía en el momento. Podría decir que fue liberador el sentimiento porque fue mucho el sacrificio que hice. Fueron muchas las situaciones las cuales pasé, no sólo yo, sino mi familia, y no fue fácil. Es bien sacrificado y ese momento de llanto fue genuino. En un momento dado yo pensé que tal vez la oportunidad de ganar se me iba a salir de las manos”, manifestó la representante de Dorado, quien en ocasiones tenía que parar de hablar para no llorar.
Ingrid Marie subrayó a los medios de comunicación que “en un momento dado yo dije: ‘Soy masoquista’. Pero, independientemente del resultado, yo me dije que era mi meta y mientras más piedras surgían en el camino, yo daba gracias a Dios y más me afanaba”.
Magali Febles, por su parte, señaló que se está “investigando” dentro de su organización todo lo ocurrido en el certamen y comentó que era la “primera vez” que veía situaciones como éstas en la competencia. Agregó que el concurso contó con 12 guardias privados y varios policías estatales.
Niegan fraude en el certamen
Ingrid Marie negó que su triunfo estuviera comprado de antemano.
“Si dicen que hubo trampa, que lo prueben, no hay manera de hacerlo. El que está con Dios va a todas”.
Su ahora mentora también rechazó que el jurado estuviese “comprado”, como se ha argumentado.
“Si yo tomara la decisión por el jurado, no los traigo. Aquí se compite. Si ella demostró que era la mejor y se merecía la corona, aquí está. Si demostraba lo contrario, igual”, expresó.
La nueva reina tampoco entiende por qué se le criticó tanto por competir en otros certámenes de belleza.
No comments:
Post a Comment