Por: Istra Pacheco - THE ASSOCIATED PRESS
México - A sólo horas de haber sido coronada Miss Universo, la japonesa Riyo Mori ya tiene vida de reina: está rodeada por un batallón de asistentes que le ayudan con lo que debe decir, con su cabello, su ropa, su maquillaje y hasta le amarran los zapatos.
Mori, con gran aplomo, un porte envidiable y nuevamente luciendo un diseño de la marca Gucci, dijo estar preparada mental y físicamente para el calendario apretado que le espera durante todo un año, que incluye viajes por el mundo, reuniones con dignatarios y ser portavoz de campañas para recaudar fondos para combatir el VIH/sida.
“Soy una persona realmente paciente y creo que esa es mi mejor arma, así que me siento confiada” de poder sobrellevar la presión que conlleva el título.
La bailarina de 20 años afirmó que, por estar acostumbrada desde muy niña a subirse a los escenarios, sintió una ventaja sobre otras competidoras.
La nueva reina de belleza relató que hace aproximadamente un año tuvo que escoger entre mudarse a Nueva York para tomar clases de baile o posponerlo para entrar al concurso.
“Para lograr este sueño (de convertirse en Miss Universo) tuve que abandonar otro. Ahora, tengo la oportunidad nuevamente de ir a Nueva York, pero esta vez es mucho más lo que podré hacer”, dijo Mori.
“Por eso, mi mensaje a los japoneses es que no deben tener miedo de hacer lo que quieren, deben perseguir sus sueños”.
Desde que llegó a México, la representante de Japón se mostró confiada en ganar el primer lugar del concurso y sostuvo que conservó la confianza incluso hasta el final.
Mori reconoció que esa noche temió perder la corona, valorada en unos $250,000, y que pudo reaccionar rápido cuando se le cayó de la cabeza segundos después de ser declarada ganadora porque estaba consciente de que no estaba ajustada.
Su estilo, que llamó la atención desde el principio por incluir lo último de las colecciones de famosos diseñadores, se logró gracias a una inversión de $1.3 millones, reveló su entrenadora Inés Ligron.
Esta es la segunda vez que Japón gana la corona de la belleza mundial y la primera en 48 años desde la victoria de Akiko Kojima en 1959.
Como contestación de la pregunta final, enfocada en su niñez, Mori relató que su recuerdo más valioso es la convivencia con maestros y estudiantes en sus clases de danza pues aprendió, entre otras cosas, a mantener la “paciencia y una actitud positiva”.
Sobre el abucheo que recibió la candidata de Estados Unidos, Rachel Smith, al ser seleccionada entre las cinco finalistas luego de haberse caído en el desfile de pasarela, la nueva Miss Universo dijo que no entendió a qué se debía el alboroto porque Smith es una mujer “hermosa por dentro y por fuera, dulce, educada y cariñosa” a quien respeta mucho.
La japonesa aseguró no sentirse incómoda con la estructura del concurso, en el que las participantes primero modelan en traje de baño y traje de gala antes de que el jurado tenga la oportunidad de entrevistarlas, lo que -según algunos críticos- es degradante para las mujeres.
“Enseñar el cuerpo en la competencia de traje de baño es sólo para ver cuánto nos ejercitamos, si eres una persona activa... Si estás feliz y te ejercitas, eso se va a reflejar en tu figura”.
El año pasado, la ganadora -Zuleyka Rivera- se desmayó después de ser coronada. La ex soberana reconoció luego que se había “extralimitado” con las dietas de cara a la noche final.
Mori señaló que no tenía una opinión de si el concurso impone un estándar de belleza alejado de la realidad, al escoger siempre las chicas más altas y más delgadas.
Sus primeros viajes como Miss Universo serán a Canadá e Indonesia, para luego hacer un regreso triunfal a su país natal, se informó.
México - A sólo horas de haber sido coronada Miss Universo, la japonesa Riyo Mori ya tiene vida de reina: está rodeada por un batallón de asistentes que le ayudan con lo que debe decir, con su cabello, su ropa, su maquillaje y hasta le amarran los zapatos.
Mori, con gran aplomo, un porte envidiable y nuevamente luciendo un diseño de la marca Gucci, dijo estar preparada mental y físicamente para el calendario apretado que le espera durante todo un año, que incluye viajes por el mundo, reuniones con dignatarios y ser portavoz de campañas para recaudar fondos para combatir el VIH/sida.
“Soy una persona realmente paciente y creo que esa es mi mejor arma, así que me siento confiada” de poder sobrellevar la presión que conlleva el título.
La bailarina de 20 años afirmó que, por estar acostumbrada desde muy niña a subirse a los escenarios, sintió una ventaja sobre otras competidoras.
La nueva reina de belleza relató que hace aproximadamente un año tuvo que escoger entre mudarse a Nueva York para tomar clases de baile o posponerlo para entrar al concurso.
“Para lograr este sueño (de convertirse en Miss Universo) tuve que abandonar otro. Ahora, tengo la oportunidad nuevamente de ir a Nueva York, pero esta vez es mucho más lo que podré hacer”, dijo Mori.
“Por eso, mi mensaje a los japoneses es que no deben tener miedo de hacer lo que quieren, deben perseguir sus sueños”.
Desde que llegó a México, la representante de Japón se mostró confiada en ganar el primer lugar del concurso y sostuvo que conservó la confianza incluso hasta el final.
Mori reconoció que esa noche temió perder la corona, valorada en unos $250,000, y que pudo reaccionar rápido cuando se le cayó de la cabeza segundos después de ser declarada ganadora porque estaba consciente de que no estaba ajustada.
Su estilo, que llamó la atención desde el principio por incluir lo último de las colecciones de famosos diseñadores, se logró gracias a una inversión de $1.3 millones, reveló su entrenadora Inés Ligron.
Esta es la segunda vez que Japón gana la corona de la belleza mundial y la primera en 48 años desde la victoria de Akiko Kojima en 1959.
Como contestación de la pregunta final, enfocada en su niñez, Mori relató que su recuerdo más valioso es la convivencia con maestros y estudiantes en sus clases de danza pues aprendió, entre otras cosas, a mantener la “paciencia y una actitud positiva”.
Sobre el abucheo que recibió la candidata de Estados Unidos, Rachel Smith, al ser seleccionada entre las cinco finalistas luego de haberse caído en el desfile de pasarela, la nueva Miss Universo dijo que no entendió a qué se debía el alboroto porque Smith es una mujer “hermosa por dentro y por fuera, dulce, educada y cariñosa” a quien respeta mucho.
La japonesa aseguró no sentirse incómoda con la estructura del concurso, en el que las participantes primero modelan en traje de baño y traje de gala antes de que el jurado tenga la oportunidad de entrevistarlas, lo que -según algunos críticos- es degradante para las mujeres.
“Enseñar el cuerpo en la competencia de traje de baño es sólo para ver cuánto nos ejercitamos, si eres una persona activa... Si estás feliz y te ejercitas, eso se va a reflejar en tu figura”.
El año pasado, la ganadora -Zuleyka Rivera- se desmayó después de ser coronada. La ex soberana reconoció luego que se había “extralimitado” con las dietas de cara a la noche final.
Mori señaló que no tenía una opinión de si el concurso impone un estándar de belleza alejado de la realidad, al escoger siempre las chicas más altas y más delgadas.
Sus primeros viajes como Miss Universo serán a Canadá e Indonesia, para luego hacer un regreso triunfal a su país natal, se informó.
No comments:
Post a Comment